miércoles, 12 de diciembre de 2012

La Puerta de Cordoba







 
La puerta de Córdoba, de origen romano, fué restaurada por los árabes y especialmente por el rey Pedro I; pero sufrió desperfectos de tanta consideración en los varios asedios de la ciudad, que sus hermo­ sos arcos, destruidos más por la mano del hombre que por la injuria de los tiempos, se vinieron á tierra el año de 1603. En el mismo lu­gar que ocupaba la antigua puerta levantó el regimiento en 1608 la que hoy existe. Habiendo coincidido la terminación de las obras con la traída á Carmona de algunos restos del ilustre mártir SanTeodomiro,el regimiento mandó que coronando el frente que mira al campo se pusiera una lápida con la siguiente inscripción.

NON QVIA CONSVRGAM SVBLIMIS AD CETERA CARMO;
AVTMIHI SERTA FERAX, SPICEANECTAT AGER.
NEC QVOD AB EOIS VI SAT ME PHOSPHORVS ORIS
EFFEROR, AVT CIVIS NOBILITATE MEI.
ABS EGO TER FÉLIX DVPLIC1S SPLENDORE PATRONI;
SEVTEODOMIRI, SIVE MATHE^E TVO.
Traducción castellana: «No porque en fuerte y levantada altura
situada estoy, ó que de ricas mieses mis vegas me coronen, yo me
ufano. No porque el sol desde su Oriente alegre mis muros bañe, ó
tanto me engrandezca de mis vecinos la nobleza antigua. Mas soy tres
veces más dichosa y grande de dos patronos por la gloria y lustre; ó
bien de Teodomiro, hijo mió, ó bien Mateo, apóstol por el tuyo.»
Esta lápida se encuentra empotrada en la pared de una de las
galerías bajas de la actual casa Ayuntamiento.
En la parte media y superior del frontón y por el lado que mira
á las calles hay una lápida que dice así:
TEMPÜS CONSUMIT.
GOTHUS
DlMINUIT.
PETRUS REEDIFICAVIT.
ENRICUS PUNIVIT.
» REPARAVIT.
La fachada principal de la puerta de Córdoba es greco-romana,
pesada y poco airosa. Presenta seis columnas dóricas, cuatro parea­
das en el centro y dos aisladas en los extremos, que sirven de sostén
á un entablamento coronado por antepecho de balaustres figurados.
Entre las dobles columnas centrales se abre un arco de medio punto
que nada ofrece de particular. Lo único que en toda la fachada pre­
senta buen golpe de vista y contribuye en algo á hermosear el conjun­
to, son los dos torreones octógonos de los flancos, que por cierto bien
hubieran podido tener mayor altura.












POR : D.MANUEL FERNANDEZ Y LOPEZ.



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