viernes, 4 de septiembre de 2015

EL VERANO DE LA AZUFAIFA



Entramos en Septiembre después de pasar un verano muy caluroso, donde las ganas de escribir sobre un borrador para confeccionar un escrito  se hace casi imposible, el letargo y la flojedad está a tono con la temperatura.
Un día de Agoto, de esto en los cuales se reúnen algunos  familiares cerca de la piscina y donde surgen algunos comentarios y anécdotas  casi siempre de tiempo pasados donde la vida fue difícil, uno de ellos me dio la idea y las ganas de empezar a escribir algunas cosillas referente a lo escuchado.

Uno de los tertulianos llamado Manuel Rodríguez, hombre muy entendido en las tareas agrícolas, pues su familia siempre se dedicó a la agricultura, comento una anécdota sobre algunas bayas que se comían antiguamente y que hoy la juventud las desconoce: hablamos de la Azufaifa, Manolo la nombra como “Azopaipa” y comenta, que en la vereda “Sevilla” existen todavía algunos árboles de Azufaifa, lo cual me dio la idea para escribir mi primer artículo después del verano.

En compañía de Manolo, me encamino por la vereda… ancha, arenosa, muy polvorienta, transitada por toda clase de vehículos e inclusive el paso de ganado. Cerca de las extracciones de albero donde la vagina virgen del Valle se encuentra, allí entre pencales (Chumberas) a la izquierda del camino Manolo me indica con su dedo índice extendido el lugar donde la Azufaifa crece de una manera tan virgen como las piedras de albero que dificultan la senda limpia y abierta por el ganado Caprino. Se ofrece a la vista este pequeño árbol (Azufaifo) de hojas caduca ligeramente dentadas, alcanza una altura de unos cuatro a cinco metros, las ramas están provistas de espinas. 

El fruto, de dos a tres centímetros tiene un sabor parecido a la manzana, cuando maduro se vuelve rojo oscuro, es muy parecido a la aceituna Manzanilla, e incluso el hueso es casi idéntico. Según la historia, en Asia fue cultivado hace más de 4000 años. Aparece relatado en la Odisea. Plinio nos cuenta que fue introducido desde Siria en tiempos de Augusto, pasando a extenderse por Europa. Tiene innumerables aplicaciones en medicina, un estudio sobre la forma de tratar el melanoma humano demuestran como actúa sobre las células infectadas sin afectar a las  células sanas, lo que significa las innumerables cualidades que quedan por descubrir de esta planta.

Después de observar el árbol detenidamente, alzo el brazo para coger algunos frutos y ofrecerlo más tarde a la familia para que lo caten. Las chumberas que se encuentran al otro lado de la senda, nos muestran sus frutos muy maduros señal de un Septiembre cercano, dejando un Agosto caluroso cuyas primeras gotas de lluvia lloraron lágrimas de barro, debido al polvo Africano en suspensión. “Buen Agosto para los lavaderos de coches.”


Sin que decir tiene que a nadie de la familia  le gusto el sabor de la Azufaifa, y menos a los niños, solamente a Manolo que sabia y recordaba su sabor, por las que comió en su juventud después de la guerra civil Española, cuando el hambre apretaba y había que mitigarla aunque fuese con Azufaifa, o emigrar a Alemania como el hizo. 

         Artículo escrito por: el alcaraván comí





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