martes, 9 de junio de 2015

VIDA Y MUERTE DE " CERBERO "


Llegó a Carmona procedente del pueblo de Los Rosales, era una bolita de pelo suave, siendo acogido por unas personas amantes de los animales que no rechazaron el ofrecimiento. Su marido y ella tuvieron dudas como llamarlo, al final, prevaleció el nombre de Cerbero, perro guardián de los infiernos, mascota de Hades  o  inframundo.
Desde pequeñito hasta que murió, fue mimado y querido como un miembro más de la familia,  llevando una vida apacible y tranquila por la educación dada por sus dueños. Nunca tuvieron  quejas  de su comportamiento, era admirado en todo el barrio de la Judería y conocido en toda Carmona, por su nobleza le llamaban “ Cerberito “
En su primera visita al Veterinario, se le administro la vacuna del parvovirus, tendría aproximadamente mes y medio, cumplido los dos meses, se le administró todas las demás acudiendo durante su vida a las consultas periódicas del veterinario, con esto quiero decir: que fue un perro muy vigilado sanitariamente.


Al quedar la dueña embarazada, se planteó si después del nacimiento del bebe, sería compatible la convivencia entre niño y perro o por el contrario, habría alguna peligrosidad al compartir la misma casa, se consultó a fuentes profesionales muy dignas de crédito, llegando a la conclusión de que la forma como estaba educado el animal no había ningún riesgo. 


Cerbero, vigilo la cuna  durante el sueño e incluso el baño de la criatura, aguantó estoicamente todas las cachorreñas que este le infligió a lo largo de la niñez. Durante el día, el deambular por la casa era lento y suave, para acomodarse en cualquier sitio donde poder tener vigilada la entrada de la vivienda, pero al caer la tarde, su actitud cambiaba radicalmente, su lasitud anterior daba paso a una agilidad impropia de su peso y talla. 



A lo largo de su vida, el Mastín cerbero tuvo muchas anécdotas, entre ellas evitó el robo que se estaba llevando a cabo en una herrería “de aluminio” ubicada en Calle Parra, cerca del antiguo colegio de San Blas. Protestaba con un gruñido siempre que alguna persona no conocida  intentaba acariciarle la cabeza, cuando sus dueños se ausentaban y quedaba a cargo de alguna persona de la familia se entristecía, evitando comer. 


De cachorro fué atacado y herido por dos galgos adultos, aprendiendo rápidamente la lección de no dejarse avasallar nunca más e imponiendo su fortaleza a base de un gruñido ronco y amenazador, disuadiendo a todo aquel perro que intentaba atacarle. Fue compañero de juegos de una pequeña liebre criada a mano, adoptándola hasta tal punto de dejarla dormir entre sus patas y tórax. Permitió que un Liron careto que moraba en el trastero de la parte superior de la casa, comiera de su plato.


Un sobrino adulto del dueño jugaba con el perro, introduciéndole en la boca parte del codo y antebrazo, nunca sufrió ni el mínimo rasguño. Un día, este mismo sobrino al caer la tarde-noche entro en la casa del dueño de cerbero sin llamar previamente a la puerta y al abrir esta misma sintió como una gran mole se le venía encima, pero al grito de “Cerbero, Cerbero” el perro lo reconoció inmediatamente, los quejidos lastimosos de Cerbero perduraron durante mucho rato, el dueño, me comento en su día que parecía que estaba llorando.
Cerbero murió un día triste de invierno, fue enterrado según la mitología Griega, su dueño, deposito debajo de la lengua del animal un Denario por falta de Óbolo (moneda Griega) así podría pagar el peaje a Caronte (Barquero del Hades o inframundo, encargado de transportar a los muertos)


El mastín Cerbero, vivió y murió haciendo justicia a su nombre, con este modesto escrito quiero dar la gracias a todas las personas amantes de los animales, especialmente a esta familia, que supo cuidar de un perro en la vida y en la muerte, aunque parece ser, que  algunas personas del barrio de la Judería en las madrugadas serenas de verano, han oído por las calles empedradas, el rumor del lento caminar de un gran perro, quizás sea eso… un rumor.

                                                                             



   ARTICULO ESCRITO POR : EL ALCARAVAN COMI







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