DE PROFESIONAL AL PERCHERO.

Eran unas personas dedicadas a la actividad de la caza, como medio de subsistencia. Las trampas o perchas, tenían la finalidad de atrapar a las aves, bien para su comercio, o para el consumo familiar. Muchos trabajadores  eventuales de las haciendas y cortijos, cuando se acababan  las tareas agrícolas, se dedicaban a las trampas para poder subsanar los tiempos de paro. Las capturas de estas aves se comercializaban através de los panaderos  o recoveros, a los cuales se les vendía directamente desde los cortijos y haciendas, siendo los encargados de su distribución en los pueblos y ciudades o los mismos al percheros la ponían a la venta en las plazas de abastos o cumpliendo con los encargos de la vecindad.
Las trampas para aves más utilizadas en nuestro termino,  era la al percha, creo que era una palabra autóctona nuestra, pues por la parte de Marchena  y Paradas, le llamaban costillas. Había dos clases de al perchas, unas compuestas de un listón de madera con arillos de alambre y resorte, las otras, eran solamente de alambre, siendo estas últimas las más completa por su sencillez a la hora de ponerlas, y por la facilidad de acoplar el cebo. Los cebos más usados eran el gusano blanco de la caña de cardo, la hormiga aluda y el oro vive o alambrito, especie de gusano muy resistente de color dorado, que se podía coger en la pendiente del alcázar excavando la tierra, allí donde hoy están los pinos. Últimamente se utilizaba el asticop (larva de la mosca) por su facilidad de compra en las tiendas  de pesca, siendo el único cebo vivo compatible con la caza y la pesca. El  gusano blanco era muy frágil y había que reponerlo constantemente. El alambrito u oro vive se cortaba a la mitad, introduciéndole un palillo de romero con lo cual no perdía su color durante semanas. La hormiga aluda se atrapaba excavando los hormigueros e introduciéndolas en un recipiente al cual se añadía papel de estraza humedecido, rico en celulosa para la alimentación de las hormigas, las cuales  duraban algunos meses sin morir.
Hoy dia, esta práctica de caza está prohibida, es  completamente ilegal, pero  deberíamos de recordar  que nuestros antepasados gracias a esto, en muchas ocasiones pudieron llenar el estomago, nuestro espíritu primitivo nos ha conducido a sobrevivir,  y  llegar hasta nuestros días tal como somos.

                  Articulo escrito por: el alcaraván comí