En Carmona se le conocía no por el daño que causaba en la agricultura, más bien por la utilidad que tenía como cebo colocado en las trampas para atrapar a una gran variedad de aves (zorzales, trigueros, gorriones moriscos, londras, terreras etc.)Las ventajas que tenía este gusano para los “al-percheros” (personas dedicadas a la caza por medios de trampas) era su dureza, por otra parte, el brillo dorado del gusano llamaba poderosamente la atención a los pájaros, el problema era que con el tiempo colocados en las trampas su color se deterioraba tomando un tono marrón, lo solucionaron cortándolos por la mitad e introduciéndole un palillo de "Romero", con el cual perduraba el color y brillo durante bastante tiempo.
Antiguamente los “al-percheros” de Carmona acompañados de sus correspondientes zoletas se encaminaban al Alcázar del Rey D. Pedro, hoy día Parador de Turismo, en cuyo declive hacia la Hermita de la Virgen de Gracia , podían encontrar a base de horadar la tierra gran número de oro vives, este terreno en la actualidad está sembrado de pinos y vallado en toda su extensión.El oro vive gusano queda sepultado en la tierra siguiendo su vida sin que ninguna zoleta turbe su paz, el oro vive metal sigue saliendo de su sepultura marcando la pauta de mercados y sociedades


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