lunes, 7 de julio de 2014

EL MONASTERIO DE SANTA CLARA

La más antigua fundación monástica de Carmona fue el convento o monasterio de Santa Clara. Sus orígenes están relacionados con un grupo de beatas, agrupadas en torno a las hermanas Teresa y Beatriz Salcedo, quienes, en 1460, obtuvieron del Papa Pío II una bula autorizándolas a fundar un convento acogido a la regla franciscana. Desconocemos si el actual emplazamiento fue el primitivo. Lo que sí consta es la estrecha vinculación del monasterio con los condes de Arcos y, más concretamente, con doña Beatriz Pacheco, mujer de don Rodrigo Ponce de León e hija de don Juan Pacheco, marqués de Villena. 

Los Ponce de León tenían desde antiguo unas casas palacio en Carmona, situadas en la collación de Santiago. Debían cubrir un espacio urbano de enormes proporciones ya que una parte fue segregada del palacio para dar cabida al convento de Santa Clara. Esta partición es seguramente el origen de la calle del «Paso de la Duquesa», que separa la parte palaciega de la parte monástica. Una de sus primeras abadesas o prioras fue doña Leonor Pacheco, hermana de la duquesa de Arcos.

Al enviudar, doña Beatriz se instaló en Carmona, donde falleció en 1511, cediendo en su testamento sus palacios de Carmona al Hospital de la Misericordia. El recuerdo de la piadosa duquesa permanece aún asociado a una institución, muy querida en Carmona, heredera de la antigua Misericordia, como es el Hospital de la Santa Caridades. Doña Beatriz Pacheco, como hemos dicho, tuvo en gran aprecio al monasterio de Santa Clara, del cual puede ser considerada, si no fundadora, sí patrona y favorecedora principal. En su testamento dispuso ser enterrada a la puerta del capítulo [o sala capitular] que yo mandé hacer en el monasterio de Santa Clara de Carmona. Y, acordándose de su hermana Leonor, entonces abadesa, pidió que ésta fuese enterrada al lado suyo. 

Y con su cuerpo, como era habitual en estos casos, doña Beatriz efectuó al monasterio una serie de donaciones que permitieron consolidar su ya saneada hacienda: 30.000 mrs., a su hermana Leonor, para lo que ella quisiere; dinero para comprar un olivar que rentase diez arrobas de aceite al año; 15.000 mrs. anuales de renta perpetua, situados en las rentas de Jerez, de'que el rey e la reina nuestros señores me hicieron merced 500.000 mrs., para completar la edificación del monasterio, y las colmenas que poseía en los términos de Arcos y Zahara, para disponer de cera para el convento. Aparte de esto, la duquesa legó al monasterio una serie de objetos personales: dos paños o tapices de la historia de Josué, una cama de raso, otra de tafetán, todos los lienzos de holanda existentes en su cámara, todos los ornamentos de su capilla, con sus paños, retablos y libros de devoción, y, por último, cuatro piezas de paño pardillo y tres piezas de burel, para vestir las monjas del dicho monasterio . El convento de Santa Clara era, a mucha distancia, el más rico de Carmona, como lo testimonia el espléndido mirador, único en su género, que se alza orgulloso junto a la iglesia conventual, cuyas paredes y retablo estuvieron adornados con una magnífica serie de pinturas sobre la vida de Santa Clara, hoy desperdigadas por varios lugares, salidas del taller de Valdés Leal. Hacia 1533, el monasterio poseía unas 140 aranzadas de olivar, tierras de labor que rentaban 800 fanegas de pan terciado (dos partes de trigo y una de cebada) y 40.000 mrs. al año de tributos sobre casas, molinos, tiendas y otros inmuebles, a lo que habría que añadir 2.500 mrs. de juro de heredad, situados en la alcabala de la carne, de Carmona. 

         
      Por : Don Manuel González Jiménez

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