sábado, 13 de julio de 2013

¿SABIAS QUE? PARTE XII , EL ACEBUCHAL.


El Acebuchal es uno de los enclaves más significativo de Los Alcores. La necrópolis se sitúa sobre la cornisa del alcor. Fue excavada por unos vecinos de Carmona sin ningún rigor científico. Pese a todo sabemos que estaba formada por 11 túmulos de los cuales 2 cubrían tumbas de inhumación, 7 de incineración y otros 2 no albergaban, al parecer, ninguna estructura funeraria. Bonsor reexcavó uno de los de inhumación, el túmulo G, además de 4 tumbas de inhumación individuales y otras dos de incineración individuales en hoyo con ricos ajuares.

La necrópolis, que cuenta con al menos un túmulo regio (túmulo G) (fig. 6) y con otras tumbas con uno de los conjuntos más ricos en ajuares de Los Alcores, con marfiles decorados, excelentes ejemplares de broches de cinturón, fíbulas, ampollas para perfumes y huevos de avestruz, corresponde sin duda a un asentamiento ubicado en la Vega, al pie del escarpe del alcor, en el que Bonsor practicó una excavación que puso al descubierto una serie de estancias con muros rectos de mampostería que se abrían a un patio empedrado de clara inspiración oriental al que se encontraban asociadas cerámicas orientales (fig. 7). Las dimensiones del yacimiento no nos permiten pensar en un núcleo de población o poblado ya que contrastan con la calidad de las tumbas y magníficos ajuares de la necrópolis. Además, hay que tener en cuenta la existencia de la llamada "roca de los sacrificios" una estructura de clara función cultual, seguramente un bothros relacionado con el culto a los antepasados. Por todo ello, pensamos que este asentamiento puede identificarse con un palacio-santuario. Los ajuares de la necrópolis sugieren una cronología entre la segunda mitad del VII a. C. y el VI a. C.


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