jueves, 22 de noviembre de 2012

LA HIGUERA Y LA TAJA.


La higuera  es muy conocida en nuestra localidad,  su nombre científico (Ficus carica), es un árbol de clima templado  o cálido,  se encuentra entre  la rocas y en lugares pedregoso,  no se sabe cuando se descubrió, es muy apreciada por sus frutos  de sabor dulce, de ella escribieron  poetas e historiadores (Teofrasto, Plinio) y otros mucho mas, los cuales se ocuparon de sus cultivos y  poderes curativos etc. Pero en estas líneas yo no me referiré a sus características organolépticas,  sino a un empleo que se le daba  antiguamente a sus ramas en las anotaciones de medidas de peso, en la recolección de aceitunas.
La taja, era una vara de  higuera aproximada  al metro  de largo, por unos 20  centímetros de diámetro,  donde se anotaban  las fanegas de aceitunas que los trabajadores iban cogiendo, ellos utilizaban dos espuertas, una llamada cuartilla y la otra media fanega ,  la cuartilla la utilizan  principalmente para recoger el fruto caído,  también para llenar la media fanega para trasladarla al lugar de pesada, que consistía en un trípode de madera del cual colgaba la romana (instrumento para pesar en arrobas por  una cara y por la otra en Kilo), de ella pendía un recipiente llamado latón donde se echaban las aceitunas de las espuertas de media fanega para su peso. Una vez completado el peso, si se pasaba de él, se le devolvía al trabajador el resto,  si faltaba se completaba, con las aceitunas que otros trabajadores iban recogiendo , dejadas  atrás por la cuadrilla; estos trabajadores se llamaban ayudas y el encargado de pesarlas montonero., una vez que el peso era exacto se anotaba en la Taja  con media mortaja  hasta la próxima  pesada, que se completaba la fanega con una mortaja completa. Cada cuadrilla en algunos lugares  tenían tres tajas una para la anotación del fruto recolectado y dos mucho más pequeñas , una para anotar el pan a cuenta, la otra para el aceite, que serian descontados del salario a ultimo de la campaña de recolección, la media fanega se correspondía 25 kilos, la fanega 50 kilos, y la cuartilla 12,25 kilos. La taja se componía de cuerpo y cabecera, en el cuerpo se anotaban las fanegas como hemos descrito por medio de mortajas, cuando acumulaban diez mortajas se anotaban con una X  para que a la hora del recuento total  se contara de diez en diez, en  la cabecera  cada una de ella tenían anotado un numero que correspondía  a la cuadrilla (casa de tareros) los cuales se quedaban  con la mitad de la taja para su comprobante. Aquí en Carmona se usaba como madera, la higuera para este menester de recolección, quizás por su poca dureza  y por su flexibilidad.
Este árbol no se podía utilizar como combustible para calentarse, ni para cocinar pues no arde bien  y además  si se respira su humo duele la cabeza, (se dice). Lo  mejor son sus higos y brevas, cuando la mosca no ha depositado sus huevos en ellos, pues sería  muy desagradable a la hora de degustarlos que nos encontremos con  las larvas.
Para mi es uno de los sistemas de anotación más perfectos de aquellos entonces  , pues no cavia ningún error  cuando el trabajador (tarero) llevaba las aceitunas para su peso , también portaba la taja para encajarla en la matriz y anotar. La matriz era custodiada por el montonero , el cual al final de la jornada la entregaba al capataz encargado o aperador  que era el coordinador de todas las faenas del campo junto al dueño de la finca.

                                                                                                                                             Por :    El alcaraván comi.








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