jueves, 8 de noviembre de 2012

El cipote de Archidona


Respirando  una serena  mañana el aroma de romeros hinojos y tomillos  a la sombra de una vieja encina ,observé muy pegada a su tronco, un hongo o seta que  me llamó
poderosamente  la atención, yo nunca había visto cosa igual , llamé a mi amigo Manolo para que lo viera, su exclamación fue tal como lo cuento:  ¡coño si esto parece el cipote de Archidona!  Y verdaderamente mi amigo tenía razón, pero por curiosidad leí algunos libros naturistas sobre hongos., y la mayoría de plantas curativas y dañinas. Una obra editada  en Barcelona por Montaner y Simón en 1887 sobre medicina naturista allí estaba la clave:

  FALOS.

Son hongos de volva redondeada, compuesta de una membrana doble que se  rompe en lóbulos receptáculos campanulados o cónicos aguantados por un estípite y cubierto de un mucus esporulifero tenaz al principio después difluente son hongos grandes y solitarios.          

El Fhalus impúdicos  es blanco de una siete pulgadas de largo con la cabeza libre cónica, reticulada estípite criboso casi oblicuo Hedor cadavérico, llámese vulgarmente sátiro, huevo diabólico impúdico. Los habitantes de Alemania lo hacían secar y lo daban supersticiosamente a comer al ganado para excitarle a la copula después de haber mezclado con el polvo algún licor espirituoso

El PH Caninus de estípite fláccido, celuloso atenuado con la cabeza rojiza es pequeño e inodoro venenoso como sus congéneres.

A las pocas semanas salimos al campo otra vez, se lo comenté a mi amigo Manolo lo que había leído y me comento: tu estas de coña y quieres quedarte conmigo. Una sonrisa se escapó de mis labios cruzandose con una nube blanca que corría alejándose de nosotros  hacia una ciudad que en su dia se llamo Karmo.

                                                                                                                
   
  Por : El alcaraván comi                

 

                                                                                                              
 

3 comentarios:

  1. Me cachis la mar... no existe ese "microclima" donde vivan conjuntamente el romero, el hinojo y ni que decir tiene el tomillo. Si a eso le sumas que la escena se desarrolla en un encinar, ciertamente dá que pensar que el señor que escribe el relato, cuando se le escapa esa nube blanca de sus labios... no está haciendo mas que exhalando el humo de un porrito. Un saludo y a pesar de esta "critiquilla", sigue adelante con esta prometedora página.

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  2. Gracias por tu comentario, seguiremos mejorando dentro de lo posible para hacer de esta pagina un lugar
    interesante y nuevamente os doy las gracias por crear un microclima donde viven conjuntamente lector redactor y editor porque se que si no es por vosotros no tendría magia este lugar.

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  3. Si señor,un articulo que me ha llamado la atención por los recuerdos que me vienen de mi infancia en mi Carmona y la vegetación que habita en ella, que tantas veces ví y disfruté de su aroma,sabor y picor.
    Por ejemplo se me viene a la memoria: los vinagritos de la puerta de Cordoba, las moras blancas delante de la antigua estación de tren, las ortigas del barraco del raso de San Blas ...Congratulaciones, alcarabán comí...Especie en extinción.

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