La comunidad religiosa de Madre de Dios existe en Carmona desde el año 1515. Fué su primera instalación en la calle de la Cárcel, en unas casa propiedad de los Sres. Rodriguez de la Milla. En 1520 el Capitán Gonzalo de Andino dejó á la comunidad todo su caudal, inclusa su casa habitación, á la que el mismo año se trasladaron las monjas, habiendo dirigido y vigilado la mudanza el prior de Santa Ana y el maestro Antón Criado. Cuatro fueron las madres que pasaron al nuevo convento: Catalina de Mesa, priora, Maria de Mesa, Isabel Jiménez Ahumada y Maria Fernández Beltrán. A estas religiosas se agregaron bien pronto diferentes niñas de Carmona y otras que vinieron de Córdoba.


El magnífico artesonado del coro alto es todo cuanto hay de notable en el convento de Madre de Dios. Es de madera de cedro, cuajado de labores de exquisito gusto, y unidas las piezas por ensambladuras las más caprichosas . ! Lastima que tan hermosa obra de arte esté sirviendo de techumbre á un mal desván, que no otra cosa viene á ser el coro en cuestión.!
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