martes, 25 de marzo de 2014

EL ABEJARUCO Y LA GARRAPATA


El Abejaruco es un ave de extraordinario colorido, las diferentes  gamas de colores  que presenta su plumaje le dan un aire tropical, mide unos  27 cm. de largo y de punta de ala  a punta de ala de 37 a 38 cm.,  su peso oscila entre 60 a 68 gr. Pocas veces se pueden  observar posados  en el suelo,  casi siempre sobre los cables de los tendidos eléctricos y árboles, también sobre alambradas de  cercas o vallados. Su vuelo es extraordinariamente rápido para atrapar en vuelo los diferentes  insectos que le sirven de alimento especialmente abejas.

El Abejaruco en tierras de Carmona hace su entrada procedente de África a finales del mes de Marzo,  para volver a emigrar a finales de Septiembre,  en el mes de Marzo grandes bandadas vuelan  a muy considerable altura, se pueden observar con su cante característico pri…pri…, cría en los taludes de las carreteras y autovías, también en veredas y caminos siempre que los taludes de las cunetas tengan la suficiente altura,  pero con una particularidad,  casi siempre escogen las zonas en las cuales abundan  las colmenas,  pues ya es sabido que su alimentación preferida  son las abejas,  siendo una plaga para los apicultores, los nidos de los taludes  son cilíndricos y  puede tener una profundidad de 2 m.
Hace aproximadamente un poco más de un año salí al campo a dar un paseo, encaminándome hacia la cueva de la Batida por el camino que da paso a la cañada de las cabras,  la mañana era esplendida y la luminosidad  invitaba  a tomar  algunas instantáneas, observe el vuelo de algunas abejas  sobre las flores del borde del camino,  sintiendo también el sonido inconfundible del canto del abejaruco ( pri…pri…) Había tres  posados sobre las ramas de un olivo que a mi derecha tenia, y pensé que a lo mejor tenia suerte y podría fotografiarlos si aguantaban a que me acercara un poco más,  pues mi cámara no es una gran cosa, al final lo conseguí, pero la suerte me tenía reservado un acontecimiento fascinante. 

Muy cerca de la cueva de la Batida en el borde del camino cuyo talud del lado izquierdo  mide cerca de dos metros de altura, vi una serpiente ( en el vocabulario de la gente de campo siempre se le llamo bicha) que había atrapado a un abejaruco cuyo nido cilíndrico se observaba sobre la pared vertical,  la tierra alrededor del nido estaba algo movida por la lucha del animal en los estertores de la muerte, seguí mi camino después de plasmar el cuadro que me había regalado la suerte. Me dirigí directamente para fotografiar algunos aspectos de la zona especialmente los que recordaba de mi niñez, pues una de las cueva la mayor en aquellos entonces estaba plagada de pulgas y en los pastos algunas garrapatas procedente del ganado cabrío y lanar que por aquellos entonces se refugiaban  en este paraje. Recordando las enseñanzas  de mi padre sobre la precaución que hay que tomar en estas fechas cuando se cruzan zonas de pastos y sin cultivar donde el ganado pace,  pueden abundar las garrapatas, así que me dispuse a aplicar las enseñanzas recibidas. Yo siempre he procurado cuando salgo al campo ponerme unos calcetines blancos de algodón y doblando las perneras del pantalón introducirlas en los calcetines, evitando así que ningún insecto pueda introducirse entre la tela del pantalón y la piel, si alguno intenta subir se puede detectar  con una simple ojeada  al destacarse sobre la blancura del tejido.
Cuando se sale al campo hay ser siempre precavido escuchando los consejos de tus mayores además  de tu propia experiencia.



      Articulo escrito por : El alcaraván comí

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EN CARNE VIVA