
El ronroneo de los vehículos a su paso por la Ronda Norte se acentúa debido al trabajo cotidiano. El canto de los gorriones y vencejos aumenta mientras la mañana avanza, hasta resultar molesto, veo pasar algunos bandos de palomas zuritas, salidas de las torres de las Iglesias, se encaminan hacia sus comederos para regresar lo más pronto posible a sus palomares con los buches llenos de semillas.

Pronto las viviendas recalentadas un día más, cerraran sus puertas y ventanas, para que la flama que se avecina no se haga dueña de ellas. El calor que se desprende del asfalto hacen que los transeúntes busquen la sombra de la aceras, sorteando el goteo incesante de los aparatos de aire acondicionado. La mañana avanza, los operarios que trabajan en la calle tienen reflejados en sus rostros el sufrimiento acompañado de gotas de sudor que resbalan por su cara, las camisetas empapadas piden a grito que sople algo de aire para sentir el frescor de la evaporización. Al medio día el sol cae de lleno como una espada de Damocles, las calles desiertas acompañadas de unas tímidas sombras se avergüenzan de la brisa que transita, quemando el rostro del osado transeúnte, el día se para, la hora de la siesta llega y el sol se convierte en el crisol del calor. Miro la plaza y me fijo en uno de sus árboles, el que está más cerca de la fuente, esta torcido, como si implorara una pizca de clemencia hacia el divino liquido, no se siente nada, el silencio es absoluto, llegara la tarde para que los dueños de esos perros mal educados hagan sus necesidades mas urgente en cualquier esquina, incluso en la ruedas de los vehículo más cercanos…..
Me canso de escribir con este bochorno, recuerdo una frase que leí hace tiempo en un medio de comunicación que decía: “EL VERANO ES PARA LOS RICOS”
Articulo escrito por : El alcaraván comí
No hay comentarios:
Publicar un comentario