
Tratare de explicar cómo era el parque cuando lo conocí allá por los años 70, Tenía dos entradas, una a la izquierda de la salida del caserío, la otra, a media ladera del camino vecinal, entre el arroyo que comunicaba con La Plata Grande. La primera entrada, dejaba a la derecha un merendero en forma de U, que daba vista a un paseo bordeados de árboles, la segunda a otro, flanqueado por palmeras datileras, a mediados de este, tres estanques formando cascada, a continuación un manantial donde una salida por debajo del brocal corría el agua hacia el arroyo, un pequeño hilo de agua que mantenía en sus bordes diferentes clases de plantas, especialmente las Calas (Zantedeschia) originaria de los pantanos del sur de África, entre ellas algunas pequeñas tortugas (Trachemys scripta) y ranas de San Antonio ( Hyla arbórea) de origen tropical. Esta parte del Parque se le llamaba “El bosque” por la cantidad de arboleda y arbustos, este era el sitio habitual donde anidaban los ruiseñores.
Por primavera, los cantos de los pavos reales se dejaban oír, anunciando el nuevo día, había catorce o quince entre machos y hembra, siempre se encontraban plumas a la hora de la pelecha en el parque, se recogían para adornar algunos floreros del señorío. Un día observe en uno de los estanques vacío, un pavito, se había caído en él, y no podía salir, lo que no imaginaba que la madre en un corto vuelo intento atacarme, con lo cual lo deje libre depositándolo fuera, lo más curioso que nunca se encontró nidada alguna de pavos reales en el parque, siempre anidaban en el monte o arroyo cercano, trasladándose al parque con su prole una vez eclosionados los huevos.

Articulo escrito por : El alacaraván comí
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