Si amigos , le llamo divino tesoro poder pasear por el campo con los nietos de la mano, poder enseñarles cada planta , cada insecto , cada piedra o canto rodado, el olor a la hierba verde, el sonido del vareo en la recolección de las aceituna, que introduzcan sus pequeñas manos en la espuerta del tarero, que noten en su delicada piel el roce de la oliva con las cuales le confeccionaría unos pequeños caballitos. Les enseñaría las Palmas a orillas del camino y sus frutos las Palmichas, cogería un cogollo y trenzaría tomizas, les enseñaría aquella pequeña abeja libando la miel de las flores y el polen depositado bajo sus patas, les enseñaría el lentisco con el cual se adornaban antiguamente los belenes en navidad. Les enseñaría las pitas que con sus hilos se confeccionaban los látigos de los pastores, les enseñaría cualquier pequeña charca que tuviesen renacuajos, les enseñaría a cortar pequeños trocitos de pastos para que lo depositasen en el hilillo de agua del arroyo y que la corriente los llevase hasta el siguiente remanso, donde podrían ver en la barranca los agujeros cilíndricos que sirvieron de nidos a los abejarucos el pasado verano, Les enseñaría la hierba nueva y fresca cubierta de rocío, donde las gotas de agua relucen como pequeños diamantes, les enseñaría el penacho del humo blanco de la chimenea de algún caserío elevándose al cielo, les enseñaría las retamas con sus gotas de agua suspendidas de sus ramas en las mañanas de niebla. Les enseñaría el ganado de las dehesas de nuestro término, les enseñaría tantas cosa …tantas, que no tendrían cabida en muchos folios, pero sobre todo les en enseñaría a que amasen y respetasen la naturaleza, como a una diosa madre…Pero como dijo cierto poeta, los sueños…. sueños son….. Recuerdo que hoy es el día Halloween, me asomo a la ventana para poder ver pasar a los niños de la guardería y colegio metidos en su papel de protagonistas según el disfraz o máscaras que lleven, pero todavía es temprano, miro hacia el este, el sol ha salido dibujando un día diáfano que invita a respirar fuerte para que el aire limpio de la mañana entre en los pulmones, pero todo es quimera, pronto empezara el tráfico rodado contaminándolo todo, pero tampoco importa tenemos a la tierra prisionera de nuestros desatinos, y la sombra que proyectamos hacia adelante cuando el sol da a nuestras espaldas cada vez se va alargando más y más hasta hacerse negra como el carbón por eso para mí, pasear con los nietos de la mano no es cosa de viejos, quizás el cariño que no fuimos capaz de darle a nuestros hijos quedo ahí guardado en un rinconcito de nuestro corazón para dárselo a nuestros nietos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario