Respirando una serena mañana el aroma de romeros hinojos y
tomillos a la sombra de una vieja encina ,observé muy pegada a su tronco, un
hongo o seta que me llamó
poderosamente la atención, yo nunca había visto cosa igual , llamé a mi amigo Manolo para que lo viera, su exclamación fue tal como lo cuento: ¡coño si esto parece el cipote de Archidona! Y verdaderamente mi amigo tenía razón, pero por curiosidad leí algunos libros naturistas sobre hongos., y la mayoría de plantas curativas y dañinas. Una obra editada en Barcelona por Montaner y Simón en 1887 sobre medicina naturista allí estaba la clave:
poderosamente la atención, yo nunca había visto cosa igual , llamé a mi amigo Manolo para que lo viera, su exclamación fue tal como lo cuento: ¡coño si esto parece el cipote de Archidona! Y verdaderamente mi amigo tenía razón, pero por curiosidad leí algunos libros naturistas sobre hongos., y la mayoría de plantas curativas y dañinas. Una obra editada en Barcelona por Montaner y Simón en 1887 sobre medicina naturista allí estaba la clave:
FALOS.
Son hongos de volva redondeada, compuesta de una membrana
doble que se rompe en lóbulos
receptáculos campanulados o cónicos aguantados por un estípite y cubierto de un
mucus esporulifero tenaz al principio después difluente son hongos grandes y
solitarios.
El Fhalus impúdicos
es blanco de una siete pulgadas de largo con la cabeza libre cónica,
reticulada estípite criboso casi oblicuo Hedor cadavérico, llámese vulgarmente sátiro,
huevo diabólico impúdico. Los habitantes de Alemania lo hacían secar y lo daban
supersticiosamente a comer al ganado para excitarle a la copula después de
haber mezclado con el polvo algún licor espirituoso
El PH Caninus de estípite fláccido, celuloso atenuado con la
cabeza rojiza es pequeño e inodoro venenoso como sus congéneres.
A las pocas semanas salimos al campo otra vez, se lo comenté
a mi amigo Manolo lo que había leído y me comento: tu estas de coña y quieres
quedarte conmigo. Una sonrisa se escapó de mis labios cruzandose con una nube
blanca que corría alejándose de nosotros hacia una ciudad que en su dia se llamo
Karmo.
Por : El alcaraván comi
Me cachis la mar... no existe ese "microclima" donde vivan conjuntamente el romero, el hinojo y ni que decir tiene el tomillo. Si a eso le sumas que la escena se desarrolla en un encinar, ciertamente dá que pensar que el señor que escribe el relato, cuando se le escapa esa nube blanca de sus labios... no está haciendo mas que exhalando el humo de un porrito. Un saludo y a pesar de esta "critiquilla", sigue adelante con esta prometedora página.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, seguiremos mejorando dentro de lo posible para hacer de esta pagina un lugar
ResponderEliminarinteresante y nuevamente os doy las gracias por crear un microclima donde viven conjuntamente lector redactor y editor porque se que si no es por vosotros no tendría magia este lugar.
Si señor,un articulo que me ha llamado la atención por los recuerdos que me vienen de mi infancia en mi Carmona y la vegetación que habita en ella, que tantas veces ví y disfruté de su aroma,sabor y picor.
ResponderEliminarPor ejemplo se me viene a la memoria: los vinagritos de la puerta de Cordoba, las moras blancas delante de la antigua estación de tren, las ortigas del barraco del raso de San Blas ...Congratulaciones, alcarabán comí...Especie en extinción.